¿Cueces o enriqueces?. La importancia de aportar valor
En estos primeros pasos oficiales en la creación de contenidos, no paro de pensar en la importancia de la necesidad de aportar valor a una Internet infoxicada y llena de contenidos y opiniones.
Si, vamos a reconocerlo, casi todos tenemos el gen del síndrome de Diógenes y el gen de la máxima administrativa «máximo rendimiento con el mínimo esfuerzo» y claro… Internet nos ofrece todas estas bondades…
Pero lo cierto es que la mayoría de las veces, te enfrentas al folio en blanco y te mira y lo miras, y a los 5 minutos de miraditas (o antes), es inevitable abrir el navegador y ver las bonitas letras de colores de Google y encima te anima y te dice que vas a tener suerte… Y claro buscas referencias, opiniones y empiezas a abrir pestañas, y a guardar en favoritos o pocket y bajarte PDFs y cerrar anuncios, borrar spam, y anda ha sacado disco Bunbury, y joe ha perdido el Madrid con el Betis, y…y…y estamos como al principio…Al final te das cuenta que Google nos ha engañado y no hemos tenido suerte y que tu idea está ya argumentada en mil sitios y contra-argumentada en otros tantos…Es lo que pasa por convertirnos en prosumers…
Y yo me pregunto ¿es malo reutilizar contenido? ¿es malo ver que opiniones hay sobre tu idea antes de escribir? Al final llego a la conclusión, mi concusión: creo que no, siempre y cuando al final se aporte y se genere contenido nuevo, y se cite o se reconozca la autoría de los contenidos “inspiradores”. En definitiva hacer las cosas bien… En definitiva y contestando a la pregunta del título del post, enriquecer.
Curar contenidos
La curación de contenidos y la educación para el buen uso, tanto para crear como para consumir contenidos se convierte hoy en día en una competencia clave y fundamental para sobrevivir y poder competir en este mundo que hemos y estamos creando.
Crear contenidos de calidad, ser originales y críticos ante lo que leemos y escribimos, citar fuentes (y no “hacer un Cifuentes”) y propiedades… Es fundamental conocer las reglas del juego. La información ha dejado de ser importante, ahora la importancia está en la discriminación y correcta selección y organización de la información.
Además ahora resulta que el sr. Google nos observa (bueno esto ya lo sabíamos) como un gran hermano y nos penaliza o premia en función de cómo y qué escribimos, de a quien enlazamos, de cómo es la estructura, y mil aspectos más que tenemos que tener en cuenta… lo dicho… una locura….
Nuevos tiempos, nuevas dolencias
Y claro como toda revolución empiezan a aparecer las consecuencias. Nuevas dolencias que estamos sufriendo y que de no haberlo leído en Internet ni sabría que existen… Síndrome de fatiga informativa, superficialidad, tecnoestrés, tecnoadicción, infoxicación… La infoxicación empeora la capacidad analítica, aumenta la ansiedad y conduce a decisiones erróneas.
Definitivamente Matrix está cambiando… constantemente